28 nov 2011

De actores a voluntarios

Teatro para cambiar el mundo. Para cambiar la mentalidad de las personas, para concienciar. Para darse cuenta de que eso del voluntariado no es una chorrada de cuatro locos idealistas que viven de la utopía. Para saber que somos tú y yo, que somos todos nosotros los que cada día tejemos nuestra vida y en qué dirección queremos hilar nuestra sociedad. 

Estas ideas tan sencillas, tan sensatas, fueron la base central del intercambio cultural que tuvo lugar en Polonia la semana pasada (del 19 al 26 de noviembre) entre jóvenes de cinco países diferentes (Portugal, Italia, Rumanía, Polonia y Lituania),con un objetivo común: utilizar el teatro como medio para cambiar la sociedad. La Fundación Zamolxes, para la que trabajo, participó representando a Rumanía en este intercambio.

Bajo el título <<De Espect- actores a Voluntarios>> , el evento reunió a más de 30 jóvenes y se celebró localidad de Piwczanka, cerca de la frontera con Eslovaquia. Estos intercambios culturales forman parte del programa <<Juventud en Acción>> (al igual que el Voluntariado Europeo) de la Unión Europea, y se espera de ellos que sus participantes trabajen sobre un mismo tema durante varios días, intercambiando opiniones y conociendo distintos puntos de vista.

En esta ocasión fue la asociación polaca Young Men´s Christian Association (YMCA) quien lo organizó, mientras que las invitadas fueron Together Italy, Gabinete de Juventude, Lithuania Liberal Association Zamolxes.

Durante casi una semana estuvimos realizando talleres sobre expresión artística y ejercicios relacionados con el teatro. El objetivo final era hacer una representación ante la juventud local para promocionar el voluntariado, y así lo hicimos, con el eslogan "Cheering Volunteering".

En todo este tiempo también hubo lugar para degustar las comidas típicas de cada país, como la pasta italiana, el bacalao portugués o los dulces lituanos.




También tuvimos tiempo de visitar Krynica, ciudad famosa por sus aguas curativas y que atrae por esa razón a miles de turistas al año, además de las espectaculares vistas de la montaña en invierno.






                                                                   Krynica (Polonia)

Y sin duda otra de las visitas más impactantes fue la que nos permitió conocer el trabajo de "Nasz Dom", un centro de Piwinicznca que trabaja con personas con discapacidad. Entre sus muchas actividades también está el teatro, junto con artes plásticas o bordados muy bonitos.


                                                                   Con "Nasz Dom"

Sin duda fue toda una experiencia que culminó con la representación de tres piezas de teatro en inglés ante los jóvenes de un instituto y ante la población local de Piwniczanca.

14 nov 2011

Rumanía pretende entrar en el euro en 2015

El presidente rumano, Trian Bacescu, se reunió ha unos días con la canciller alemana Angela Merkel para tratar, entre otros asuntos, la incorporación del país oriental al euro. Bacescu expresó en Berlín su deseo de que esto se cumpla en 2015, mientras que su homóloga germana se limitó a decir que respetaba mucho este objetivo ya que Rumanía está haciendo grandes esfuerzos económicos en los últimos años.



                                                         Angela Merkel y Trian Basescu

Lo cierto es que Rumanía lleva varios años pretendiendo formar parte de la eurozona, pero la fecha de su entrada se ha ido posponiendo. En 2009 su misnistro de Economía, Varujan Vosganian, anunciaba que lo haría en 2014, y que desde 2012 el Banco Nacional empezaría a adaptarse para la nueva medida.Sin embargo esta situación se ha ido alargando, y no parece que la situación actual de crisis económica sea el mejor contexto para dar la bienvenida a un nuevo miembro.Los tres países de la zona euro que han tenido que ser "rescatados" (Grecia, Irlanda y Portugal), las medidas de austeridad impuestas a los ciudadanos y las dudas sobre la permanencia de Grecia en la moneda única han tocado profundamente la fiabilidad de la unión monetaria, y a la Unión Europea como proyecto político común.

Y no es que a Rumanía no sufra esta crisis tanto o incluso más que sus vecinos: desde 2010 el salario de los funcionarios se recortó un 25% y las pensiones bajaron un 15% para seguir recibiendo la ayuda del Fondo Monetario Internacional. Ese año se cancelaron los subsidios para casi la cuarta parte de la población y la calidad de vida de los ciudadanos se deterioró como nunca lo había hecho desde la caída del comunismo, según el Instituto para la Investigación de la Calidad de Vida de Bucarest. Esta realidad se ha reflejado en hechos desesperados, como el aumento del número de suicidios de ciudadanos ante la impotencia de no poder  alimentar a sus familias. La realidad de un país en que el sueldo medio a penas llega a los 300 euros.

La moneda actual de Rumanía es el leu, que equivale a unos 20 céntimos de euro. Si ahora mismo adoptase la moneda común lo más probable es que la diferencia de precios fuese tan brutal que sólo ocasionase más caos y desesperación en esta sociedad.

13 nov 2011

Cultura vs.costumbre: titular de prensa

Es común que muchos medios de comunicación cometan errores cuando tratan sobre otros países, costumbres, tradiciones o culturas.
Hace dos días el diario <<El Mundo>> publicó en su edición digital una noticia que me sobresaltó.

El titular rezaba <<Absuelto el acusado de abusar de una menor con la que vive al aceptarlo la cultura rumana>>.Aquí dejo el enlace de la noticia.

La pregunta, evidente, es: ¿Acepta la cultura rumana el abuso de menores? Y lo que es más básico: ¿Cuál es esa cultura rumana?

¿Se refiere a los Dacios, que poblaron el país antes de que llegase el Imperio romano? ¿Se refiere a la influencia soviética aún pervive en el país? ¿Se refiere a los gitanos? ¿A los turcos?

Leyendo un poco más el texto especifica que un joven gitano de origen rumano había sido acusado por abuso sexual, ya que vivía con una menor de 17 años a la que le había hecho madre a los 13. También aclara que el procesado no sabía que tener sexo con una niña de 13 años fuese un delito.

 La cultura rumana como tal no acepta el abuso de menores. Si se habla de cultura rumana, es porque se hace referencia a Rumanía, como Estado con una Constitución y unas leyes. Y ninguna de las dos consientes este abuso.

Lo cierto es que en Rumanía hay mucha población gitana - aunque este tema sería para tratarlo a parte-, y sí es común que muchos se casen siendo niños y que la mujer sea la que menos libertad tiene en esta toma de decisiones, más que nada porque suelen ser las más jóvenes de la pareja y quedar embarazadas en plena adolescencia.
Pero aun así no se trata de una "cultura", si no más bien de una "costumbre", aunque muchas veces ambas palabras parezcan decir lo mismo. Según el Diccionario de la Real Academia la cultura, además de incluir costumbres es un conjunto de conocimientos que permite desarrollar un juicio crítico. Las costumbres, sin embargo, son el modo habitual de hacer las cosas, sin necesidad de juzgarlas.

Así que el protagonista de la noticia abusó de una niña no porque la cultura rumana lo consienta, si no porque hay unas costumbres que así lo hacen. Unas costumbres vomitivas que cortan la libertad personal y llevan a la violación; y que incluso en la propia cultura gitana suscitan críticas, pero no porque en Rumanía se acepte. Ni mucho menos porque exista una especie de "cultura colectiva", como daba a entender el titular, que lo apoye.


 Hay errores que aparecen comúnmente en las páginas de los diarios, pero nadie parece prestarles atención. El lenguaje, que nació para ayudarnos a comunicar exactamente qué ideas queremos transmitir, se ve deformado por el mal uso, y así palabras, frases o expresiones van siendo deformadas día a día, y quienes más deberían velar por su correcto uso - los propios medios- caen en esas mismas trampas. El resultado es devastador: todo acaba siendo ambiguo, el significado real pierde sentido y acaba siendo relegado al olvido, siendo un diccionario nunca consultado su único refugio.

10 nov 2011

Bucarest: esbozo de una ciudad de contrastes


Se dice que el nombre "Bucarest" procede de la palabra Bucur, que en rumano significa "alegría", lo que daría lugar a que el nombre significase algo así como <<la ciudad de la alegría>>. No se sabe con certeza si la leyenda es cierta, pero lo que sí es verdad es que la capital rumana constituye el centro neurálgico del país y es precisamente aquí donde la población pueden acceder a una mayor oferta cultural y formativa.
Situada en el sur, en la región de Valaquia, ostenta además el título de ser la urbe más grande del país -contando con más de dos millones de habitantes.

Que Rumanía está cambiando mucho en los últimos años es algo que a nadie se le escapa: en 2007 entró junto con Bulgaria en la Unión Europea y desde entonces debe demostrar que se adapta a las normas de la Unión, además de recibir financiación de esta organización (como, por ejemplo para realizar Proyectos como el Voluntariado Europeo).Sin embargo,es en Bucarest donde se pueden ver grandes transformaciones a simple vista. Hoy sus calles son el mayor reflejo del giro que está dando el país: del abandono absoluto por la falta de recursos tras la caída comunista, a la introducción del capitalismo y el estilo de vida occidental.
Pasear por sus aceras supone ver constantemente andamios, grúas y demás artilugios para la construcción: el proceso de renovación de la ciudad es evidente, y se observa tanto en los lugares históricos como en las casas particulares o las carreteras. No es una ciudad especialmente colorida en lo que a edificios se refiere: el gris impera en cada una de sus avenidas y se percibe el abandono que las viviendas han sufrido durante años.


El visitante puede observar cómo en la ciudad se mezcla el pasado soviético con otro más lejano: el francés. Y es que, en los años 20 del siglo pasado Bucarest llegó a ser considerado << El pequeño París>>, debido al auge cultural llegado del oeste de Europa. Esta influencia se nota en las fachadas de muchas casas de la ciudad, y sobre todo en la zona de bares del centro de la capital, donde muchos restaurantes ofrecen sus cartas en francés.




                                                         Calle del centro de la capital



Las calles del centro, aunque muchas en obras, tienen un aire bohemio.La decadencia de algunos edificios que delatan haber brillado con luz propia en el pasado contrasta con el ajetreo de los bares y restaurantes de la zona, cuyos visitantes parecen ajenos a los cambios drásticos que está sufriendo la ciudad. Éste es el rincón por excelencia de la juventud, el turismo y el comercio: tiendas de sombreros tradicionales se entremezclan con franquicias turcas de Kebaab o pubs irlandeses, niños mendigando a los turistas que degustan su menú francés <<Made in Romania>>, y edificios como el del Parlamento -de la época de la dictadura-, lucen tanto por la noche como los escaparates de las tiendas Zara, Bershka o Mango, de implantación española.



    Zona comercial en la Piata Unirii, con las cadenas Bershka y Mc Donalds al fondo


               
                                                    El río Dambovita a su paso por Bucarest

El río Dambovita fluye tranquilo hacia el Danubio, mientras escucha el estrépito del enjambre de coches que pasa a su lado. Al lado de éstos muchas veces pasa el tranvía, no sin olvidar que en este Bucarest cambiante también es posible coger el metro, que funciona bastante bien.
Las marañas de cables telefónicos, como telarañas grises, se cuelan en cada foto que el visitante intente hacer, para dejar la huella de lo que es Bucarest en estos momentos.

Está claro que las calles de Bucarest están cambiando a pasos agigantados: grises, bulliciosas, sucias en muchas ocasiones... Pero siendo una ciudad de contrastes estas transformaciones se contrarrestan con la tranquilidad de sus numerosos y enormes parques.
A un país como Rumanía, de bosques espectaculares, le es muy difícil olvidarse de la naturaleza, incluso en la que es la capital del país, símbolo de los nuevos tiempos.
Son el lugar perfecto donde perderse unas horas y disfrutar.Incluso se puede pedir una bicicleta gratis por dos horas para pasear por la ciudad. Llenos de árboles y de vida, es un auténtico lujo pasear por ellos - especialmente en estaciones como el otoño, cuando la paleta de colores que muestran es fantástica-.
Algunos de estos parques cuentan además con lagos que los embellecen aún más.


REPASO DE IMPRESCINDIBLES

Llegando a Bucarest por el noroeste lo primero que uno se encuentra el el Arco de Triunfo y el Museo de la Aldea (Muzeul Satului). Este último es precioso, todo un museo al aire libre donde se exponen casas típicas de todas las regiones del país. Por ello me quiero hacerle una mención especial.
En este museo el tiempo parece haberse detenido, y caminar por este parque cultural es todo un disfrute, sobre todo en otoño, ya que son muchos los árboles de este lugar que empiezan a colorear sus hojas. No hay que olvidar que estas típicas casas rumanas están se contruyeron para estar integradas en la naturaleza, ya que los materiales utilizados en su construcción provienen en su mayoría de los bosques de la zona. Todas las construcciones del país están presentes, desde la región de Maramures hasta Valaquia o Moldavia.


                                           









                                             El Museo de la Aldea: Museo al aire libre


En el centro histórico destaca el Museo Nacional de Historia, en el que lo más destacable es una copia de la columna de Trajano y el llamado <<Tesoro Nacional>>: una recopilación de tesoros de Rumanía, desde siglos antes de Cristo hasta casi nuestros días. Este tesoro me gustó especialmente, tiene una gran colección de piezas de oro y, en si mayoría, joyas de diferentes épocas y culturas, lo que hace referencia también a las distintas civilizaciones que han poblado Rumanía.
El edificio tiene tres plantas, pero actualmente la última está en reformas. Para los jóvenes visitantes es especialmente barato: con el carné joven que acredita tener menos de 26 años, sólo se paga 2 lei por entrar (unos 40 céntimos de euro).

Si hay un edificio que destaca sobre los demás en todas las guías turísticas - y no sin razón-, ése es el Palacio del Parlamento. Se trata del segundo edificio más grande del mundo (por detrás del Pentágono), y forma parte del legado de la dictadura de Ceaucescu.Su construcción empezó en 1985 y en 1990 se planteó qué hacer con ello. Finalmente decidió utilizarlo como Centro de Congresos del Parlamento.

.





5 nov 2011

La risa sobrevuela Rumanía con "The Flying Seagulls"

Les conocí hace dos meses cuando iban a realizar varias funciones en el centro infantil donde colaboro.

Llegaron en varias caravanas, con sus trajes de colores. Se pusieron a hacer magia y embobaron a los niños, y yo me pregunté quién era ese grupo de gente y porqué estaban allí, en un pueblo de Rumanía hablando un perfecto inglés.


Eran "The Flying Seagulls" (las "Águilas Voladoras", en español), un grupo de artistas (actores, acróbatas, músicos, magos...) que recorre el país visitando a las personas más desfavorecidas: orfanatos, centros de menores, personas con discapacidad...Un proyecto que lleva 4 años en Rumanía y que este mes de noviembre ha tocado a su fin. Su finalidad es hacer llegar la risa y el encantamiento del juego, la magia y el espectáculo a todos, y eso implica a los que tienes menos oportunidades.

Dejo aquí el enlace de su página web, que contiene información muy detallada y completa de su trabajo: http://www.flyingseagull.co.uk/

Tuve ocasión de hacerle una entrevista al creador de "The Flying Seagulls", Ash Perrin. Nos recibió en su caravana a mis compañeras de proyecto y a mí y respondió a todas las preguntas que le planteamos sobre su grupo y su trabajo.

-¿Cómo nació esta idea?
-Empecé haciendo algunas cosas hace unos años, en el Amazonas. Yo soy actor y todos los que trabajan conmigo también hacen espectáculos, aunque no necesariamente tienen que tener una formación en esto. Esto surgió por casualidad, por ejemplo también hemos estado este invierno en Camboya...

-¿Porqué elegiste Rumanía para trabajar?
-Porque es un país en el que hay mucha tradición de viajar con caravanas, que el la forma de viajar que a mí me gusta.

-¿Cuánta gente forma "The Flying Seagulls"?
-La gente va cambiando, hay quien viene por unos meses. Normalmente solemos ser 6 o 7.

-¿Y vivís siempre en caravana?
-Sí.

-¿Cómo os financiáis?
-Nos autofinanciamos, realizando performances o cosas así. Pero es duro porque a veces hay gastos muy elevados, como nos ha pasado hace poco al tener que arreglar la caravana.

- En tu opinión, ¿cuál crees que es el mayor beneficio que se lleva la gente de tu trabajo? ¿Alguna anécdota que te haya impresionado especialmente?
-Bueno, hay muchas...El beneficio es que muchos puedan disfrutar y reír o emocionarse, olvidarse de toso lo malo que les pueda está pasando en ese momento...Y para muchos, es la primera vez que tienen ocasión de ver un espectáculo así.
Anécdotas tengo varias, una por ejemplo, ocurrió aquí en un pueblo, cuando una mujer mayor nos dijo que nunca en su vida había pensado que pudiera llegar a ver el circo y que por fin lo había visto.
Otra muy bonita me pasó en un centro de personas con discapacidad. Empezamos a hacer un juego en el que los chicos que estaban allí participaban, tenían que hablar. Uno de ellos, con mucha dificultad, lo hizo. Al terminar el espectáculo los responsables del centro nos dijeron que era la primera vez en 7 años que este chico había sido capaz de hablar.



                            
                                 Vídeo sobre el proyecto de "The Flying Seagulls" en Rumanía


-¿Y aquí habéis tenido malas experiencias?
-Alguna porque a veces, cuando vas a pueblos muy cerrados, no entienden lo que haces. Una vez por ejemplo tuvimos que irnos corriendo porque venían a por nosotros, aunque por lo general intentas calmarlos y después de ver el espectáculo lo hacen.

-Y las personas que trabajan contigo, ¿necesitan tener una formación previa en cuidar niños, personas con discapacidad....?
-No, no hace falta, lo pueden aprender con nosotros, muchas veces es más el interactuar, hacer juegos...Aunque también hay semanas en las que las gente nueva puede venir a probar, como haremos dentro de poco en Bacau.

-De cara al futuro...¿qué planes tienes con este proyecto?
-De momento voy a dejar Rumanía, que ya son varios años aquí, y descansar un tiempo en Londres. De cara al futuro estoy pensando quizá en India, o Thailandia.


Esta entrevista fue realizada a finales del mes de agosto, cuando "The Flying Seagulls" estaba realizando espectáculos para un centro de menores en Câmpina. Se quedaron 5 días y el último hicieron una gala de circo con los niños, con números de equilibrio, acrobacia, música y baile.

Todos los componentes del grupo fueron muy amables con mis compañeras y conmigo (a pesar de mi inaudible inglés).

Su trabajo pretende llevar la esperanza a quienes las circunstancias no se lo ponen fácil, y demuestra lo importante que es para el desarrollo de cualquier persona poder sonreír y sorprenderse, como demuestran sus anécdotas.

Desde aquí les deseo que sigan con este proyecto genial, vayan donde vayan.