Lo que más sorprende y caracteriza a este país son todas las influencias que este lugar de los Balcanes ha tenido a lo largo de su historia. El Imperio Otomano por un lado, lo húngaros por otro, la dinastía alemana...Y es que aunque Rumanía sea un Estado republicano democrático hoy, comunista hace apenas 23 años, también fue una monarquía.
Y hoy dedico este post a una mujer que fue fuertemente popular y es aún recordada por su carácter: la reina María.
María de Rumanía en un retrato.
Una de las mujeres que más huella dejó en este país...y eso que no era rumana. Al menos de nacimiento.
No. La reina María de Rumanía nació en Reino Unido. En 1875. Como todos los matrimonios reales de la época, el suyo fue de conveniencia, y se casó con el heredero al trono rumano con sólo 17 años, el entonces príncipe Fernando. Pero la I Guerra Mundial, en la que Rumanía participó dos años después, hizo que no fuesen coronados hasta 1922.A juzgar por sus cartas no fue un matrimonio feliz e incluso existen dudas de que los dos últimos hijos de la pareja no fuesen de su marido.
¿Y a qué se debió su popularidad? Básiamente a la labor que realizó durante la I Guerra Mundial en Rumanía, prestándose a ayudar a la Cruz Roja con los heridos y enfermos. Más tarde colaboró activamente en causas benéficas y de reconstrucción de edificios.
María de Rumanía realizó labores sociales durante la I Guerra Mundial. Vídeo de Youtube.
Quiso estar presente el el Tratado de Versalles para presionar y conseguir ayudar para Rumanía.
Tuvo una gran influencia en el mundo político y gracias a ella el país consiguió aumentar un 60% su territorio, pues uno de sus objetivos era reunir en el país a todas las personas de habla rumana. Ganó las regiones de Besarabia, Transilvania y Bucovina, así como zonas del Banat, Crisana y Maramures.
En cuanto a sus hijos, Carol llegó a ser Rey, siendo proclamado Carol II. Perdió la relación con él al presionarle para casarse por conveniencia en un matrimonio dinástico, tal como había hecho ella.
Pero la reina era mucho más que su poder de influencia. Era también amor a las letras y a la cultura. Por eso escribió sus memorias tras la muerte de su marido u obras de ficción como <<La azucena de la vida>> o <<Hijo del Sol>>.
Murió en el Palacio Real de Peles, en Sinaia, en 1938. Sin embargo, su última voluntad aún no se ha cumplido: que su corazón descansase en Stella Maris, una capilla que ella misma mandó construir en el palacio de Balcic, Bulgaria. A día de hoy yace en el sótano del Museo de Historia de Rumanía en Bucarest.
Como curiosidad, citar a la escritora Dorothy Parker, quien le dedicó unos versos en su poema <<Comment>>:
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