5 oct 2014

PODREDUMBRE LABORAL (I): BECARIOS VITALICIOS

Estaba acostumbrada a leer el término"vitalicio" acompañando a nombres como "sueldo", "cargo" o "pensión". Pero el otro día mientras recibía las noticias matutinas, mi vista se posó ante la siguiente expresión: "Becarios vitalicios". Aquí podéis leer la noticia: Becarios vitalicios

Resumiendo: la cadena de radio SER (uno de los referentes informativos más importantes de España) ha sido multada por explotar a sus becarios, quienes llevaban realizando las funciones de un profesional sin tener el contrato que a ésta labor corresponde (del sueldo mejor ni hablamos). Algunos llevaban en esta situación dos años, un periodo más que de sobra como para haberse formado en la empresa y empezar a realizar labores profesionales. Vaya. Así que el hasta ahora envidiado adjetivo "vitalicio" está empezando a acompañar situaciones nada deseables para perpetuarse en el tiempo, como es el caso de las becas.

                                                                      Chiste del periódico ABC

Pero vamos a ver... ¿Qué es ser becario? No es ni más ni menos que empezar a trabajar de forma práctica en una profesión. Y sí, las prácticas son muy importantes, yo diría incluso que algunas carreras (y señalo aquí a las de Comunicación) no sirven de nada sin aprender haciendo. Y sí, el aprendizaje requiere tiempo, lógicamente no vale lo mismo un trabajo peor hecho por la falta de conocimiento que uno hecho de forma profesional. "La experiencia hace al maestro": éste podría ser el mantra que justifica todo aprendizaje. Quiero decir con esto que estoy totalmente a favor de las prácticas, incluso cuando éstas no son remuneradas; ya que implican que el estudiante o becario está aprendiendo y en ocasiones esto vale más que cualquier máster o curso de especialización.
Pero no nos engañemos: todo tiene un principio y un fin... incluso el propio aprendizaje. Y en dos años realizando labores de redactor en plantilla estoy segura de que los compañeros de la SER estaban igualmente capacitados que los redactores de plantilla para hacer labores profesionales.

La mayoría de las empresas que tienen becarios lo hacen mediante convenios con las universidades, de forma que se ocupan de formar al alumno (de hecho los créditos de libre elección se pueden convalidar por las prácticas). Además las empresas reciben subvenciones (tan escasas y codiciadas en época de crisis) por acoger al alumno y abrirle puertas en el mundo laboral. Hasta aquí nada que objetar.
La parte incómoda viene cuando vemos las cifras del "becariado": un 58% no recibe ningún sueldo por las prácticas mientras que los que sí lo hacen perciben una media de 320 euros. Si a esto le sumamos que pasado un tiempo más que razonable estos becarios empiezan a realizar las funciones de un profesional, con los horarios de un profesional y sus responsabilidades... ¿No deberían también verse estos cambios reflejados en su contrato, y por lo tanto, en su sueldo y condiciones laborales?


                                                                  Viñeta de Forges

 Más allá del revuelo en las redes sociales, la indignación de la calle o la poca sorpresa de quienes sí conocen estas prácticas... ¿Quién creéis que se ha llevado la peor parte tras realizarse esta inspección? ¿Algún alto cargo? ¿Alguien de la dirección que ha hecho la vista gorda durante mucho tiempo? ¿Alguien ha decidido hacerse responsable?

Has acertado. Han vuelto a ser ellos, los becarios. 80 concretamente, que han dejado de ser vitalicios para irse a la calle de forma inminente. No sin antes dejar desbordados a los redactores contratados, según informa PR Noticias. Así que en la práctica muchos estarán pensando ahora que más les valía tener un mini sueldo y la posibilidad de seguir haciendo currículum que verse en la calle.

Pero esto no es nuevo. La noticia ha recordado otros casos recientes de abuso laboral hacia los becarios, como el de los que trabajaban para el diario "El País" que se destapó hace dos años. Lo más llamativo de este caso es que los becarios de "El País" provienen en su inmensa mayoría (si no en su totalidad) del Máster en Periodismo que realiza el periódico y que cuesta la módica cantidad de 13.500 euros (precio del curso 2014/ 15).

Otros medios, como la agencia de noticias EFE, también se han visto salpicados por las inspecciones de trabajo relacionadas con la explotación de los becarios. En esta ocasión el sindicato denunció que EFE había mentido a los inspectores sobre las labores que llevan a cabo los becarios.

Esto en cuanto al trabajo en los medios de comunicación, pero situación es muy parecida en casi todos los sectores.

Siendo esto así... ¿Por qué aceptan entonces los jóvenes seguir siendo becarios durante tanto tiempo? Aquí van algunas razones:

-La promesa y esperanza de llegar a formar parte de la plantilla con un contrato mejor.
-En algunos casos, aunque sea poco, perciben un dinero por la actividad que realizan. Vista la situación laboral española muchos prefieren ganar poco trabajando de lo que han estudiado que ganar poco y dedicarse a otra cosa.
-Seguir haciendo currículum y continuar aprendiendo (aunque como ya he analizado esto también tiene un límite).

La realidad pesa y aprender todo lo que se pueda es necesario. A nadie se le escapa que es mejor sacar adelante el trabajo sin a penas gastar en personal y con contratos muy flexibles, en ocasiones sin ellos.
La línea entre el abuso laboral, el aprendizaje y el trabajo profesional es muy fina.

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