Soñar es gratis pero llevar a cabo esos sueños siempre tiene un precio.
Se puede soñar con realizarse, con viajar, con tener una vida feliz, o simplemente una vida mejor en la que uno tenga seguro que va a comer todos los días y que sus necesidades más básicas van a ser cubiertas con total seguridad. En Europa hemos aspirado durante 50 años a realizar el "sueño americano"; ése estilo de vida de que desde medianos del siglo pasado empezó a copar todos los medios de comunicación.
La publicidad y en especial la televisión hicieron que una Europa en reconstrucción soñase con parecerse a ese modelo de familia feliz estadounidense, a una sociedad en la que el coche empezaba a ser un símbolo de status social y las mujeres disfrutaban de tener mil electrodomésticos para las tareas del hogar. Papá, mamá, los niños felices que consumen productos último modelo también, una casa en propiedad y un coche. Una vida cómoda y sin apenas preocupaciones, una vida de disfrutes infinitos, de consumo infinito, de seguridad infinita. Ése era el "sueño americano" al que emular en Europa y en cualquier parte del mundo a la que llegase la televisión.
Pero no sólo EEUU es un referente para soñar: en África, por proximidad, muchos sueñan con alcanzar el "sueño europeo". Miles de inmigrantes africanos que llegan a nuestras costas y puntos fronterizos cada mes, desde hace años,a pesar de la crisis, del frío del mar y a costa de poder perder la vida en el viaje. Aunque la mayoría proceden de países subsaharianos, en Marruecos tuve la sensación de que allí también sueñan con fuerza, sueñan a lo grande, sueñan con recorrer 14 kilómetros de mar para poner los pies en su sueño: Europa.
Sí, la decadente Europa, la de la crisis, la de los rescates y los PIGs... Esa Europa sigue calando en la imagen que los marroquíes tienen de lo que es la felicidad, una vida digna y completa. Cruzar a Europa es sinónimo de esperanza, de riqueza, de trabajo, y sobre todo de seguridad. Porque nada malo puede pasarte en Europa, ¿verdad?
Inmigrantes hacia las costas de Europa
Las historias de primos, amigos o amigos de amigos que consiguieron cruzar el charco y ahora se dan la buena vida abundan en las casas marroquíes. Muchos han ido a Francia, país ex colonizador, ya que allí no tienen barrera lingüística (en Marruecos el árabe y el francés son lenguas oficiales).
Pero por proximidad muchos llegaron a España también. Especialmente en la época del "pelotazo" español, ya se sabe: cuando se construía bueno, bonito y barato. Quería decir que bonito y barato. Más bien sólo barato. El número de inmigrantes creció como la espuma. Ávidos por cobrar nueve veces más de lo que ganaban en su país y aún sabiéndose en muchos casos absolutamente desprotegidos en lo laboral. Con ese dinero algunos han vuelto y se han construido su propia casa en Marruecos. Otros visitan a sus familiares cuando pueden y les llevan regalos desde España, les hablan de su nueva vida, de las ciudades españolas que les han acogido y de sus amistades.
Y también hay otros que han oído hablar de Europa de lejos, sobre todo por la televisión y en especial por el fútbol. Y es que la pasión por este deporte en Marruecos (en África en general) es impresionante. Algunas ciudades celebran una victoria del Barça o del Madrid como estuviesen en Barcelona o en Madrid.
Así que no es de extrañar que hoy muchos tengan la sensación de que España (y Europa por extensión) es una especie de paraíso, un lugar en el que los sueños se hacen realidad.
Es cierto que pese a la crisis las diferencias entre Marruecos y España (o Europa, que suele ser el "gran referente") son evidentes:las infraestructuras, tasa de alfabetización, igualdad de género,el peso de la religión, salarios más altos y más derechos laborales... y muchas otras que se aprecian a simple vista. Sin embargo, al otro lado del estrecho suele ensalzarse a Europa con una imagen de bienestar y riqueza que a veces roza la fantasía. Pero no es oro todo lo que reluce y en el cambio de continente se pierden muchas cosas, algunas irreemplazables. Aquí enumero algunas cosas que no responden a estos sueños "Disney" que idealizan la entrada en Europa. Conceptos que, a mi parecer, distan mucho de la idea de "El Dorado" que muchos marroquíes tienen de Europa:
-La familia: es el gran lazo que une a los africanos (y en Marruecos no es menos), la red que ayuda a sus miembros, por lo que estos nunca se sienten solos. Da igual si uno tiene trabajo y otro (u otros) no: todo se comparte y la solidaridad entre unos y otros es algo que nadie se plantea, se da por hecho.
-Otro concepto de lo que es la pobreza: muy unido con el anterior, ya que los lazos entre personas son importantísimos. Por supuesto que en Marruecos hay pobreza, gente que pide y situaciones extremas (por ejemplo la de las viudas) pero guiándome por lo que vi allí, hay también una protección social muy fuerte y se le intenta ayudar en la medida de lo posible. Si alguien viene, por ejemplo, pidiendo a un restaurante, lo más normal será que el camarero le dé algo que ha sobrado o que le trate con buenas formas; el hecho de ser pobre no impide este trato.
-Calidad y cantidad no son lo mismo: la necesidad de dinero en un país donde la mayoría de las familias tienen cinco u ocho hijos hace que los salarios se queden en nada para alimentar tantas bocas. Al cruzar a Europa el salario puede multiplicarse por diez pero los precios también lo harán. Por eso una vez alcanzada una cantidad de dinero en Europa muchos deciden volver a su país con lo que han ahorrado. De hecho mayoría de la gente con estudios superiores que conocí, conscientes de este hecho, han preferido quedarse en su país para tener mayor calidad de vida y no sólo ganar mas.
-Quimeras que son un negocio: puede sonar a película, pero lo cierto es que muchos ya han caído en sus redes. La desinformación y la falta de acceso a fuentes oficiales hace que miles de personas sean víctimas de las mafias. La prostitución, la esclavitud laboral o la miseria más absoluta son las realidades con las que casi siempre acaban chocando las víctimas con la promesa de cruzar a Europa. ¿Quieres ir Europa con trabajo seguro y ganar muchísimo dinero? Familias humildes se dejan todos sus ahorros por que uno de sus miembros viaje al viejo continente para realizar sus sueños, que en realidad irán a parar a mafiosos y mercaderes de personas.
Precisamente de este tema trata la película "Diamanates negros" , sobre el negocio oscuro del fútbol en África y de cómo muchos son engañados con la promesa de hacerse ricos y famosos deportistas.
Trailer de "Diamantes negros"
Por otro lado está la presión social que tienen estos inmigrantes que han utilizado los ahorros de toda su familia y vecinos para lograrlo. Volver con las manos vacías sería el mayor de los fracasos. En el documental "Bienvenido Mr. Kaita" se analiza muy bien esta situación, cuando un hombre regresa a su pueblo natal en Gambia después de haber hecho "fortuna" en Europa.
No pretendo decir desde aquí que vivan mejor en sus países (eso es algo que cada uno ha de valorar), pero sí que tras ese espejismo de oro y fortuna rápida muchas veces se esconcen lágrimas y engaños en una sociedad muy distinta. Y sí, claro que hay algunos que lo han conseguido, claro que les hay que han conseguido ganarse la vida en Europa, aunque no sea siendo Cristiano Ronaldo ni conduciendo un Ferrari. Les hay que viven entre la indigencia y la precariedad más absoluta, les hay que han tenido más suerte, más contactos y se han estabilizado con trabajos mejores.
El sueño Europeo no deja de ser un sueño del que tarde o temprano hay que despertar, y se despierta en la realidad. Una realidad dura y que no se corresponde con la imagen idealizada que se tiene desde África.
Inmigrantes hacia las costas de Europa
Las historias de primos, amigos o amigos de amigos que consiguieron cruzar el charco y ahora se dan la buena vida abundan en las casas marroquíes. Muchos han ido a Francia, país ex colonizador, ya que allí no tienen barrera lingüística (en Marruecos el árabe y el francés son lenguas oficiales).
Pero por proximidad muchos llegaron a España también. Especialmente en la época del "pelotazo" español, ya se sabe: cuando se construía bueno, bonito y barato. Quería decir que bonito y barato. Más bien sólo barato. El número de inmigrantes creció como la espuma. Ávidos por cobrar nueve veces más de lo que ganaban en su país y aún sabiéndose en muchos casos absolutamente desprotegidos en lo laboral. Con ese dinero algunos han vuelto y se han construido su propia casa en Marruecos. Otros visitan a sus familiares cuando pueden y les llevan regalos desde España, les hablan de su nueva vida, de las ciudades españolas que les han acogido y de sus amistades.
Y también hay otros que han oído hablar de Europa de lejos, sobre todo por la televisión y en especial por el fútbol. Y es que la pasión por este deporte en Marruecos (en África en general) es impresionante. Algunas ciudades celebran una victoria del Barça o del Madrid como estuviesen en Barcelona o en Madrid.
Así que no es de extrañar que hoy muchos tengan la sensación de que España (y Europa por extensión) es una especie de paraíso, un lugar en el que los sueños se hacen realidad.
Es cierto que pese a la crisis las diferencias entre Marruecos y España (o Europa, que suele ser el "gran referente") son evidentes:las infraestructuras, tasa de alfabetización, igualdad de género,el peso de la religión, salarios más altos y más derechos laborales... y muchas otras que se aprecian a simple vista. Sin embargo, al otro lado del estrecho suele ensalzarse a Europa con una imagen de bienestar y riqueza que a veces roza la fantasía. Pero no es oro todo lo que reluce y en el cambio de continente se pierden muchas cosas, algunas irreemplazables. Aquí enumero algunas cosas que no responden a estos sueños "Disney" que idealizan la entrada en Europa. Conceptos que, a mi parecer, distan mucho de la idea de "El Dorado" que muchos marroquíes tienen de Europa:
-La familia: es el gran lazo que une a los africanos (y en Marruecos no es menos), la red que ayuda a sus miembros, por lo que estos nunca se sienten solos. Da igual si uno tiene trabajo y otro (u otros) no: todo se comparte y la solidaridad entre unos y otros es algo que nadie se plantea, se da por hecho.
-Otro concepto de lo que es la pobreza: muy unido con el anterior, ya que los lazos entre personas son importantísimos. Por supuesto que en Marruecos hay pobreza, gente que pide y situaciones extremas (por ejemplo la de las viudas) pero guiándome por lo que vi allí, hay también una protección social muy fuerte y se le intenta ayudar en la medida de lo posible. Si alguien viene, por ejemplo, pidiendo a un restaurante, lo más normal será que el camarero le dé algo que ha sobrado o que le trate con buenas formas; el hecho de ser pobre no impide este trato.
-Calidad y cantidad no son lo mismo: la necesidad de dinero en un país donde la mayoría de las familias tienen cinco u ocho hijos hace que los salarios se queden en nada para alimentar tantas bocas. Al cruzar a Europa el salario puede multiplicarse por diez pero los precios también lo harán. Por eso una vez alcanzada una cantidad de dinero en Europa muchos deciden volver a su país con lo que han ahorrado. De hecho mayoría de la gente con estudios superiores que conocí, conscientes de este hecho, han preferido quedarse en su país para tener mayor calidad de vida y no sólo ganar mas.
-Quimeras que son un negocio: puede sonar a película, pero lo cierto es que muchos ya han caído en sus redes. La desinformación y la falta de acceso a fuentes oficiales hace que miles de personas sean víctimas de las mafias. La prostitución, la esclavitud laboral o la miseria más absoluta son las realidades con las que casi siempre acaban chocando las víctimas con la promesa de cruzar a Europa. ¿Quieres ir Europa con trabajo seguro y ganar muchísimo dinero? Familias humildes se dejan todos sus ahorros por que uno de sus miembros viaje al viejo continente para realizar sus sueños, que en realidad irán a parar a mafiosos y mercaderes de personas.
Precisamente de este tema trata la película "Diamanates negros" , sobre el negocio oscuro del fútbol en África y de cómo muchos son engañados con la promesa de hacerse ricos y famosos deportistas.
Trailer de "Diamantes negros"
Por otro lado está la presión social que tienen estos inmigrantes que han utilizado los ahorros de toda su familia y vecinos para lograrlo. Volver con las manos vacías sería el mayor de los fracasos. En el documental "Bienvenido Mr. Kaita" se analiza muy bien esta situación, cuando un hombre regresa a su pueblo natal en Gambia después de haber hecho "fortuna" en Europa.
No pretendo decir desde aquí que vivan mejor en sus países (eso es algo que cada uno ha de valorar), pero sí que tras ese espejismo de oro y fortuna rápida muchas veces se esconcen lágrimas y engaños en una sociedad muy distinta. Y sí, claro que hay algunos que lo han conseguido, claro que les hay que han conseguido ganarse la vida en Europa, aunque no sea siendo Cristiano Ronaldo ni conduciendo un Ferrari. Les hay que viven entre la indigencia y la precariedad más absoluta, les hay que han tenido más suerte, más contactos y se han estabilizado con trabajos mejores.
El sueño Europeo no deja de ser un sueño del que tarde o temprano hay que despertar, y se despierta en la realidad. Una realidad dura y que no se corresponde con la imagen idealizada que se tiene desde África.