Hace sólo unos pocos años que me licencié, que puedo decir que "oficialmente" soy periodista. "Oficialmente": palabra que sirve para describir la realidad a la manera más políticamente correcta. Y es que creo que en estos años de crisis, de cambio por todos lados, de convulsión política y económica, de titulares que se centran en cómo estamos los jóvenes; me planteo qué he aprendido, si es que he aprendido algo por haber decidido dedicarme un día a esta profesión. Y no sólo eso. Voy más allá, porque ese es mi propósito a la hora de escribir esto. Me pregunto si he aprendido algo más desde que terminé esos "estudios reglados", cuál ha sido mi trayectoria, si es válida o no (faltaría más, el lastre de la comparación para medirnos en el mundo en que vivimos), si mis miedos tienen cabida o son inventados. Me pregunto qué sigo aprendiendo y en qué punto estamos (estoy yo también) quienes pertenecemos aunque sea falsamente a esa generación bautizada con la letra escarlata de "generación perdida".
No son consejos ni críticas hacia nadie en particular y hacia todo lo que me parece. Es una autocrítica y una palmadita en la espalda. No es nada personal, pero es muy personal para mí. Más que un diálogo es un monólogo a mí misma y mis circunstancias.
-Que el Periodismo es algo práctico y que por muchos estudios que se tengan vale más el hacer, hacer y hacer.
-Que ante todo se trata de saber comunicar, y que por mucho que se haya ido a una facultad hay gente que no tiene nada que ver con esta profesión y se explica mucho mejor en ciertos temas.
-Que hay mucho cara dura que quiere tener gente trabajando gratis o de becarios perpetuos. Que sólo depende de nosotros dignificar nuestro trabajo, y amigo; esto tampoco es gratis porque requiere mucho esfuerzo en seguir formándose, moverse, equivocarse y seguir adelante.
-Que la mayoría de los estudios relacionados con la comunicación (másters, cursos de especialización) son en realidad lecturas de libros y clases sin saber real ni conexión con la realidad. Eso sí, por el módico precio de un ojo de la cara.
-Que vivimos en un mundo de cambios brutales en todos los sentidos, y no sólo por la crisis. Hay que conocer el mundo digital. Hasta hace unos años muchos medios nacionales ni siquiera tenían página web y el "Communiy Manager" era alguien inexistente.Que hace años ser periodista implicaba tener acceso a unos medios de comunicación muy restringidos a la profesión, mientras que hoy cualquier persona con conexión a Internet puede informar de un suceso a tiempo real, tanto si lo hace bien como si lo hace mal. Que ya no existe ese monopolio para comunicar.
-Que nos guste o no, como periodistas o ciudadanos tenemos que mirar más allá de nuestras fronteras. Que no sólo cuestión de saber inglés, árabe o chino mandarían. El mundo está globalizado y lo que pase al otro lado del planeta te puede afectar a ti en unas horas. Y el periodismo es una herramienta preciosa para conocer esto.
-Que aunque nos cueste mucho aceptarlo en el fondo tenemos el periodismo y los medios de comunicación que nos merecemos. Si sólo salen los programas rosas en hora punta o los deportes (y no tengo nada en contra de ellos) es por que dan dinero. Y si como ciudadanos y espectadores nos parece más cómodo mirar el gallinero de los programas rosas que saber cuáles son nuestros derechos, es nuestro problema. Ni más ni menos.Que a veces pienso que tanta crisis es sólo una excusa y que sólo llorar y quejarse no sirve de nada. Que no es cuestión sólo de corrupción o de crisis, de medios manipuladores sin escrúpulos... Porque sin una sociedad que mantenga todo esto, todos ellos se habrían caído hace ya mucho tiempo.
-Que afortunadamente sí hay gente concienciada con pagar dignamente por un trabajo bien hecho. Al final la gente tiene que pagar por tu trabajo. Y aunque en esta sociedad hedonista creamos que tenemos derecho a tenerlo todo y tenerlo todo... ¡ya! y casi gratis, es mentira. Todo cuesta: a veces es dinero, otras es tiempo, otras es formación.Que el ser humano ante todo es creativo y se están inventando nuevas formas de financiar buenos proyectos interesantes.
-Que cuando veo el panorama pienso si no me hubiera rentado más hacer otra cosa más de provecho. Luego rememoro las razones por las que quise de verdad estudiar esto y sé que volvería a hacerlo de nuevo.
- Que cuando uno viaja por ahí se da cuenta de lo afortunado que es y la de oportunidades e ideas que se le ocurren. Que la gente que menos tiene es la que más agudiza el ingenio y suele ser la que menos necesita. Que ahogarse en un vaso de agua es absurdo y vivir con miedo el peor de los males.
-Que dedicarse a esto, aunque a veces sea sólo de refilón te da la oportunidad de seguir aprendiendo constantemente y no parar, por lo tanto no hay lugar para el aburrimiento.
"Aún aprendo", dibujo que Franciso de Goya realizó al final de su vida.
-Que la vida manda más que todo lo demás y que la educación no formal es la más importante.
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