Pequeño extracto de la obra de este touareg, en la que reflexiona sobre sus experiencias en la ciudad:
¡Es tan extraño que las necesidades que tan urgentes nos parecen sean vitales!
Un día me llamó una amiga mía llorando porque no le funcionaba el televisor y carecía de dinero para comprarse otro. Le pregunté si el problema era verdaderamente esencial. No supo qué contestarme. Hay una enorme cantidad de conflictos inútiles que nos ocupan demasiado sitio. Debemos siempre intentar ahorrar en acciones y en preocupaciones. Por pocas cosas en la vida merece la pena sentirse desgraciado.
Para los nómadas, cada gesto es esencial. No tenemos derecho a estar distraídos. Una torpeza puede hacer que se derrame el agua de un cántaro, y eso, en pleno desierto, es grave. Los días de mucho calor o de tormenta, cada gesto que hacemos puede costarnos muy caro. Ésa es la razón por la que hemos aprendido enseguida a limitarnos justo a los indispensable. Una falta de atención puede conllevar resultados fatales. Todo cuenta. Lo inútil no tiene ascendiente sobre nosotros.
Kashba de Äit Ben Hadou
Esta forma de enfocar el mundo que nos rodea se refleja en nuestra relación con la vida en general: no nos cargamos demasiado. Por ello mismo, me sorprendí mucho al descubrir que en los países occidentales, que tan ocupados parecen, se sobrecargan hasta tal punto de cosas inútiles.
<<En el desierto no hay atascos>> , de Moussa Ag Assarid