Viajar es la única cosa que al comprarla te hace más rico
-Infórmate sobre el país al que vas. Parece una obviedad, ¿eh? Sin embargo a veces damos por hechas ciertas cosas y después nos sorprendemos de que no habíamos contado con cosas básicas sobre nuestro destino. Además de lo fundamental, hay algunos datos de suma importancia: si necesitas alguna documentación especial para entrar o hay que pagar visado, sobre el tipo de cambio del dinero, sobre si podrás acceder a Internet, sobre el tipo de enchufes... Recomiendo visitar la página del Ministerio de Exteriores en la que podéis encontrar toda esta información, además de recomendaciones de seguridad.
-Planificación: El perfil de quienes viajan con una mochila a la espalda suele ser el de alguien aventurero, pero eso no está reñido con tener estructurado el viaje, aunque sea a grandes rasgos. Si no piensas antes lo que vas a hacer, seguramente te toque improvisar, y eso se traduce en gastarte un dinero extra por solucionar cosas en tiempo récord.
Puedes comprar los billetes con antelación para que salgan más baratos, y trazar la ruta que sea más económica te obligará a investigar precios y comparar unos con otros.
-Hay tres gastos fijos que tienes que tener cubiertos: la comida, el alojamiento y el transporte. Todo lo demás es secundario. El transporte se llevará casi todo, seguido del alojamiento y la comida. Ojo, que el orden de importancia es casi siempre al revés. La comida no debe faltar nunca, especialmente cuando uno viaja con la mochila a cuestas y se pasa andando gran parte del viaje. Y sobre todo hay que estar bien hidratados, así que en agua nunca hay que escatimar. De todos estos gastos trataré más adelante, uno por uno.
-Dinero: Lo ideal es haber cambiado antes de hacer el viaje para que, una vez en el país de destino, tengamos lo suficiente como para desenvolvernos los primeros días. A veces esto no es posible y hay que hacerlo en el aeropuerto nada más llegar: el lugar en el que os costará más cambiar el dinero; por lo que os recomiendo que sólo cambiéis lo necesario hasta que lleguéis a una ciudad en la que con total seguridad, habrá establecimientos para poder hacerlo sin problemas y más barato. Para sacar dinero del cajero, en primer lugar, debéis estar informados sobre los acuerdos que tenga vuestro banco con el país que visitáis. Normalmente se os cobrará una comisión por la cantidad que retiráis, y llegado un tope, esa comisión es la misma para cualquier cantidad , así que hay que estar atentos porque suele interesar sacar una cantidad grande y pagar una comisión X, que sacar menos y pagar la misma comisión. Por ejemplo: imaginemos que voy a sacar dinero. Si saco 75 euros, el banco se queda con 10 de comisión, y si saco 100 euros se queda con una comisión de 20 euros.Supongamos que el cajero me cobra esta comisión a partir de los 100, por lo que aunque saque 100 euros, 150 euros o 300 euros, el banco se queda con 20. Si veo que voy a necesitar sacar más dinero a lo largo del viaje me conviene sacar mucho de una sola vez, ya que el banco se va a quedar siempre con la misma cantidad.
-Comida: No hay que escatimar, pero si puedes hacértela tú mismo, lógicamente saldrá más económicos. Hay muchos hostales en los que te permiten cocinar, y ni que decir tiene que también será más barato comprar productos locales que ir a una gran superficie.
Recomiendo darse una vuelta por el mercado para tomarle el pulso al precio de las cosas; es un muy buen indicador y te servirá de referencia para compras futuras. Si además puedes preguntarle a alguien de la zona de confianza, mejor que mejor, pues en ocasiones el precio es más alto para los extranjeros.
El agua es importantísma estés donde estés, así que nunca debes ahorrar en ella.
-Transporte: Tal vez el más caro de los tres gastos fijos. Es muy importante haber planificado bien la ruta para no tener que recurrir a soluciones de última hora: coches de alquiler, billetes que son más caros, transbordos innecesarios que te hacen perder tiempo y dinero.
En muchos países se estila el autostop. Existen páginas web y blogs para usuarios que pueden ser de gran ayuda:
Pero cuidado, no siempre es una opción gratuita, y por experiencia `ropia he de decir que el hecho de ser extranjero hace que otros países en los que el autostop está muy extendido entre la población, sea más caro para el turista que para el local. Por eso siempre hay que decidir qué nos interesa más.
Otra alternativa es compartir coche. En España destaca la empresa Blablacar
-Alojamiento: Todos sabemos que a más lujos, más dinero, pero no por ello hay que condenarse a dormir en antros o lugares sucios y poco seguros. Quien viaja con una mochila a la espalda sabe que menos es más y las redes sociales nos ofrecen hoy alternativas a los hoteles de precio medio- alto que además nos darán la oportunidad de conocer a la gente más auténtica de la zona.
Couchsurfing https://www.couchsurfing.com/ es actualmente la mayor plataforma para alojarse gratis en casa de personas autóctonas. Cada uno de los usuarios está comprometido con el mundo del viaje y ofrece lo que puede a quien se lo pida: unos ofrecen una habitación para dormir, otros ofrecen quedar con los visitantes para enseñarles la ciudad, otros incluso alojamiento y llevarles a hacer turismo... No se trata de un intercambio de casas, si no que cada uno ofrece lo que puede cuando puede. Tampoco es necesario que quien solicita alojamiento haya alojado anteriormente, pues se entiende que al ser una red solidaria el viajero ayudará a otros cuando se lo pidan. Su filosofía se puede resumir en el hoy por tí, mañana por mí.
Por otro lado existe la posibilidad de pedir alojamiento a cambio de realizar un trabajo fácil para quien te acoge. En este sentido destaca la web Workaway https://www.workaway.info/, pero las estancias de los solicitantes suelen ser más largas y el perfil es el de alguien que busca aprender más sobre un área determinada: granjas, enseñanza de idiomas, ayuda en tareas de casa, bricolaje... El máximo de horas de trabajo es de cinco al día.
Y para quien tiene una casa en propiedad existe la opción de intercambiarla con otras personas, así mientras ellos se van a la tuya, tú disfrutas de la suya. Lo bueno de esta opción - que yo no he probado- es que al ser un intercambio directo hay un interés por ambas partes de tratar la casa como si realmente fuese nuestra, con mucha responsabilidad y respeto. Aquí una web que puede ser útil https://www.intercambiocasas.com/es/
Espero que estos humildes consejos y recomendaciones os sirvan y hagan vuestro viaje más ameno, seguro económico. Para poder disfrutarlo. Y ante todo hay que recordar que no es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita.