23 may 2012

Punto y seguido

Hace ya unas semanas que terminé mi EVS. Hace unos días que he dejado Rumanía atrás, sobrevolándola. Hace ya unas semanas, después de diez meses en ese hermoso país del este de Europa rodeado y sumido en la Historia.

Han sido muchas experiencias las de estos últimos meses, las de esta "aventura" que empecé en julio. Muchas expectativas cumplidas, muchas sin cumplir, otras, cumplidas inesperadamente y sin saber si quiera que podían existir.
Es difícil describir el recorrido. Este mismo blog, que dio sus primeros pasos con intención de informar sobre el voluntariado en Rumanía tampoco ha acabado cumpliendo esa función (por diversas circunstancias) y poco a poco empezó a evolucionar hacia otra cosa, convirtiéndose en un espacio personal en el que escribo y cuelgo lo que me da gana y me parece interesante.

Han sido muchas las personas que han pasado por mi vida en este último año. Y ha sido un aprendizaje sorprendente en todos los sentidos. Mis dos compañeras de piso a las que recordaré siempre, una francesa y otra de Jordania, de las cuales aprendí y ellas me enseñaron lo que sólo una convivencia tan estrecha puede enseñar: desde mejorar el inglés como idioma básico hasta la amistad más allá de las barreras culturales o religiosas...Comidas árabes, tardes en la terraza bajo el sofocante sol rumano (recordemos que Câmpina es la ciudad más soleada del país), encuentros y desencuentros, problemas de convivencia y soluciones (no siempre puestas en común), dibujos, viajes, horas y días de tren, charlas sobre historia, estudios, sueños, expectativas...


                       Mi querida Rula...cuánto te voy a echar de menos.


El resto de compañeros, de Italia, Albania y España con los cuales compartí varios meses en Câmpina...Otros voluntarios, de diferentes países: Turquía, Estonia, Polonia, Hungría, Moldavia...a quienes a veces tuve ocasión de visitar y me acogieron hospitalariamente (otra de las cosas que se aprende en el EVS).

Uno de los objetivos del Servicio Voluntario Europeo es promover la educación no formal. Esa que no se aprende en los libros ni en las academias, no que sea mejor no peor, pero que forma una parte importantísima de la vida al fin y al cabo: cómo convivir, adquirir y compartir valores, ganar independencia...
Puedo decir que esa la he adquirido con creces. Todo es mejorable, y aún hay mucho que aprender en todo.

No siempre las cosas funcionan como prometían, no siempre todo va bien...y en mi proyecto la verdad es que hemos tenido problemas: de comunicación en la organización, con los jóvenes, con los institutos y otras instituciones que no siempre se prestan a ayudar, en la coordinación...Los propios voluntarios nos hemos desmotivado muchas veces y no hemos visto muchas posibilidades que esta oportunidad ofrecía.

Pero lo importante es que todo eso me ha servido a tener mi propia iniciativa cuando lo oficial no funcionaba, a tratar nosotros mismos con la gente (aprendiendo así el idioma), a proponer y llevar a cabo las propias ideas, a echarle imaginación, ganas, a viajar...


                                                                El "Bosforo Express", de Bucarest a Estambul


De los siete voluntarios que hemos pasado por el proyecto, cuatro lo abandonaron (tres de ellos por decisión propia y el otro fue expulsado), y yo he sido la que más tiempo ha pasado en Rumanía...10 meses al final....¡Quién me lo iba a decir aquella primera semana de julio, nada más llegar, cuando pensaba que no duraría ni quince días! Llamaba a España todos los días y miraba, curiosa, los enormes jardines de las casas rumanas que en verano florecían bajo un sol de justicia.
Sabía que toda una aventura estaba por delante, pero no podía ni imagina cómo sería, quiénes serían los protagonistas ni qué vueltas daría la historia....
No, no ha sido todo tal como ponía en el contrato de "Servicio Voluntario Europeo", y al margen de que tantos compañeros voluntarios lo hayan dejado, yo me pregunto: ¿Ha sido mejor? ¿Ha sido peor?

Ha sido diferente, y para mí, bueno sin ninguna duda. He aprendido todo lo que he escrito antes y más, y en cuanto a la comunidad que iba a beneficiar he aprendido también a cómo tratar más directamente con ellos.
Y aunque no estuviese escrito en ningún sitio empecé a dar clases de español en un orfanato local, lo que a la vez que me permitió conocer más gente dedicada a los niños y me ha abierto puertas y la mente...También he realizado debates con jóvenes en el centro, estuve dando clases de baile y realizamos algunos reportajes con la población.

He conocido mucha gente, mucha, mucha gente. Y eso es sin duda lo mejor de todo, con lo que yo me quedo. Porque sin los demás no somos nadie. Ese es el gran aprendizaje.

Y hablando grandes aprendizajes de se me vienen a la cabeza los recuerdos de cuando aprendí a escribir... Y he aquí el porqué del título de esta entrada...Un tanto friki pero con mucho sentido para mí.
Recuerdo a la profesora haciéndonos dictados, y diciendo cómo había que estructurar el texto. Párrafos, comas, puntuación....No era fácil al principio, pero se hizo sencillo. Esto es muy importante, porque dependiendo de cómo se ponga puede cambiar totalmente el sentido de lo que se cuenta.
Siempre me acordaré de cuando nos explicó que <<punto y seguido>> significaba que había que poner un punto, pero que seguías escribiendo detrás. Y que <<punto y aparte>> significaba que cambiabas de párrafo: ponías un punto y empezabas a escribir en otra línea ideas diferentes de las del párrafo anterior.
La <<coma>>, sin embargo, es una pausa muy pequeña que se hace dentro de una misma frase.




En algún lugar de un gran país...

Por eso mi despedida del SVE está bautizada como <<Punto y seguido>>. Porque sí, han sido 10 meses (que no son moco de pavo) en los que he aprendido muchísimo, y por eso no puede ser una simple <<coma>> en mi vida: tiene un contenido propio. Pero no lo voy la relegar a la categoría de <<Punto y aparte>>, porque ya no se puede. No puedo pasar de párrafo ni cambiar de contenido así como así. Esta experiencia me ha tocado y transformado de alguna manera, y por eso no hay un salto de línea: el texto va a seguir guiado por las mismas ideas y no pierde su esencia.

Acabo mi despedida al SVE con las palabras de Phil Bosmans de un extracto de su libro <<Las flores del bien>>.


"Sin los demás, la vida, el amor y la felicidad, son una utopía.
Estamos enlazados unos con otros mediante infinidad de hilos.
Una vida depende de otra vida y ninguna se desarrolla sin las demás."